PLAN DE DESARROLLO PROFESIONAL

Esta es nuestra propuesta de infografía, realizada en Canva, para el plan de desarrollo profesional.


Reflexión sobre el análisis de las necesidades:


A nivel colectivo creo necesaria la proliferación de los espacios de aprendizaje, me consta del esfuerzo que se hace a través de moocs, formación en línea etc., pero cuesta que llegue a todo el profesorado. Debería pasar a una de las líneas prioritarias de formación junto a los lenguajes básicos de lenguaje, matemáticas e inglés.


A nivel individual, la necesidad principal para la integración de las tecnologías es el desarrollo competencial del docente. Un docente que investigue, arriesgue y descubra, a veces con mucho esfuerzo, practicando las distintas posibilidades que nos ofrecen las diferentes herramientas y flujos de trabajo digitales. A la par que la facilitación por parte de la administración de los soportes físicos (descuentos, alquileres, incentivos), ya que en su mayoría son recursos e inversiones personales del docente (ordenador, tablets, teléfono móvil...)


Dentro de la comunidad educativa debería ampliarse la figura del coordinador TIC, un animador o motivador a tiempo completo. Una figura que promueva, apoye, establezca estrategias, y detecte las necesidades colectivas e individuales de cada centro.


Se tiene que dotar a las instituciones de los recursos materiales y económicos que permitan satisfacer las necesidades, actualmente (al menos en mi entorno) todo depende de la intención, esfuerzo o recursos externos a los que cada docente, de manera individual, quiera llegar.


Las actuaciones de desarrollo profesional son generalmente individuales, salvo los grupos de formación o seminarios en el centro. Se debería fomentar más desde una visión colaborativa y para ello es necesario dotar de tiempo y espacio para ubicarlo, sino es imposible de poderse llevar a cabo dentro del volumen y organización actual. Se promoverán actuaciones de formaciones en grupo dentro del centro.


Se establecerán mecanismos de evaluación a través de registros, recogida de evidencias de aprendizajes en portafolios digitales y elaboración de rúbricas que valoren la evolución de las competencias digitales a nivel de centro, profesorado y en la práctica y desarrollo del proceso de enseñanza aprendizaje del alumnado. 

Solo un cuerpo docente con buena competencia digital podrá transmitir y acompañar a los alumnos en su proceso de capacitación.